El Gobierno andaluz revisará el estado de su red de carreteras para diseñar planes de seguridad vial
La Junta de Andalucía realizará una revisión completa de sus 10.500 kilómetros de carreteras para diseñar un plan de seguridad vial que mejore las condiciones actuales de la red viaria y desarrolle actuaciones que redunden en la reducción de la siniestralidad. La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda invertirá 1,2 millones de euros, cofinanciados con fondos europeos Feder 2021-2027, en la realización de estudios que identifiquen los tramos con deficiencias y con mayor desgaste.
La consejera de Fomento, Rocío Díaz, ha señalado que "las carreteras son un servicio esencial" y, para las administraciones, es "una obligación velar por su conservación, garantizando la seguridad y la fluidez del tráfico". "Cada euro invertido nos ayuda a ganar en seguridad vial y, en esa línea, es fundamental realizar estudios para adelantarnos y actuar en los puntos que más falta hace", ha explicado.
Así, la Consejería de Fomento evaluará, por un lado, la seguridad de las carreteras en servicio, donde se identificarán y propondrá un tratamiento adecuado tanto para los Tramos de Concentración de Accidentes como para los Tramos de Alto Potencial de Mejora de la Seguridad. Igualmente, elaborará un plan anual de seguridad vial y encargará inspecciones periódicas en las carreteras incluidas en la Red Básica y en las vías de gran capacidad de la Red Intercomarcal y la Red complementaria. Fruto de estas inspecciones, se identificarán los elementos de las carreteras susceptibles de mejora en los que se requiera una actuación de mantenimiento por motivos de seguridad.
En paralelo, se hará un profundo análisis de la movilidad en la red de carreteras mediante la elaboración de Planes de Aforo o estudios de niveles de servicios que determinarán la demanda y el grado de saturación de la red viaria.
Como novedad, la Consejería de Fomento recurrirá al Big Data para elaborar los informes sobre movilidad. En ese sentido, se utilizarán vehículos conectados, es decir, con acceso a internet y que puedan compartir información como los riesgos en la conducción, el estado del firme o las situaciones atmosféricas adversas, que serán de gran ayuda para mejorar la seguridad vial y la conservación de las carreteras.
Asimismo, también se utilizarán los datos de los dispositivos móviles para reconstruir los patrones de movimiento de las personas, mercancías o vehículos a los que está asociado cada dispositivo.